LOS HOMBRES FÓSILES Y EVOLUCIÓN BIOLÓGICA.

LOS HOMBRES FÓSILES.


El problema de saber si el Australopithecus constituyó el antepasado directo del hombre moderno, parece un enigma aún por resolver; lo que si es seguro es que los hombres fósiles (Pitecántropos, Sinántropos y Neanderthalensis) provienen de monos de este tipo según criterio de científicos y arqueólogos.

Los hombres fósiles sabían fabricar útiles de piedra (hachas de manos macizas de sílex) y durante mucho tiempo fueron los árboles sus hogares; pero acabaron por aprender a construir como viviendas o tabiques para protegerse de la intemperie, y finalmente se alojaron en las cavernas.

En las anteriores palabras se perciben cuestiones de trascendencia y relativa importancia para el análisis histórico del objeto que se investiga:

La primera radica, en que fueron precisamente estos antepasados del hombre, quienes demostraron, con su forma de habitar, que el espacio vertical podía ser utilizado para la construcción de viviendas, lográndose de esta forma racionalización en el empleo del espacio horizontal.

La segunda, que al seleccionar por instinto los materiales antes relacionados, estaban evidenciando por vez primera en la historia, que en dependencia de la labor a realizar se utilizaba entonces, uno u otro material, herramienta o instrumento de trabajo.

La tercera cuestión, es que los hombres fósiles se percatan que los árboles no constituían el tipo de hábitat ideal, por cuanto en ellos no se podían proteger de la intemperie y agentes atmosféricos, es por ello que comienzan a vivir en las cavernas.

La cuarta, es que los hombres fósiles comienzan a trascender de un proceso de selección por instinto, de materiales, objetos y espacios para convivir directamente de la naturaleza, a un proceso de construcción de sus propias herramientas de trabajo y hogares.

Un aspecto que distingue el accionar constructivo, en otro momento de la primera etapa, lo constituyó el hecho de que los hombres comienzan a abandonar las cavernas para vivir en abrigos artificiales calentados.

Con otras palabras: “El hombre de esta época comenzó a instalar abrigos artificiales: Cobertizos, chozas y abrigos excavados en el suelo. Algunos


arqueólogos... han descubierto cabañas del Paleolítico Superior en las orillas del Don y en otros lugares eran habitaciones de suelo liso y forma oval cuyo techo de encañizada recubierta de tierra estaba sostenido por fémures de mamut”.

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